Siendo el compromiso del educador la formación integral del educando, es necesario que se perfile como maestro con vocación y con mucho amor: justo, equilibrado, paciente, respetuoso, sincero, optimista, alegre, comprensivo, abierto al dialogo, que acepte la crítica constructiva, que sea agente de cambio, solidario, eficiente en su área, capaz de estimular en los educandos el sentido crítico e investigativo; en general debe amar la profesión que le fue encomendada y para la que fue nombrado.
- Que sea ético en todo accionar.
- Con identidad en su profesión de educar.
- Que no se sienta producto terminado.
- Que tenga la visión de ser docente.
- Que sea capaz de desaprender y aprender.
- Que sea capaz de producir conocimiento.
- Que sea un buen lector y adquiera la cultura del escribir.
- Que no sea un repetidor más.
- Que sea un recontextualizador.
- Que ame su Institución Educativa y sea un buen embajador de ella.
- Que tenga sentido de pertenencia.
- Que sea crítico, analítico y pensante.
- Que sea exigente consigo mismo, con el saber y con sus educandos.
- Dispuesto a dar de sí, altruista.
- Investigador.
- Preocupado por su actualización.
- Que sea un referente de comportamiento para con sus educando, teniendo presente que se educa más con el ejemplo que con la palabra.
- Respetuoso con las diferencias individuales de sus educando para estar atento a ayudarle en sus dificultades dentro y fuera del aula